
En este texto presentaré lo que fue el final de la historia y lo que significó para Julius. Ya hacia el final, en “Retornos” habla un poco más de la vida de los hermanos, de Bobby con sus relaciones amorosas, y el Retorno de Santiago. Estos dos temas nunca fueron muy hablados durante la historia, y por un momento se deja a Susan, Julius, y Juan Lucas de lado (principales en capítulos anteriores).
Este último capítulo relaciona mucho el pasado de Julius con su presente. Por ejemplo, en la fiesta de promoción de Bobby, tanto el como Susan recuerdan a Cinthia, pues le correspondía tener su fiesta, y vieron a sus ex compañeras de colegio. Esa misma noche Julius conversa, como siempre lo hacía, con el cuadro de Cinthia, sólo que esta vez decide dejarlo en la cómoda, dándole la espalda, como tratando de olvidarse de ella. Más temprano, en el capítulo tres, hablan de la pena de Julius al acordarse de toda su infancia, de Cinthia, Bertha, etc. “…En la pena que tu nunca olvidarás Julius”
Julius durante el capítulo sigue muy observador de todo, como Santiago, al que nota una sonrisa media extraña. Además, Bobby le pide plata en un momento y dice la culminante frase: “si tú me das tu alcancía, yo te digo a quién me voy a tirar”. Julius en ese momento no sabía lo que significaba tirar, pero más adelante supo perfectamente lo que era. Con la llegada de su hermano, además, Julius empezó a crecer, más de lo que ya había crecido. Ya no era tan inocente, empezó a hablar las lisuras que Carlos le enseñaba, y a tal nivel llegó su “machito” que sobre el final Bobby le termina pidiendo perdón a su hermanito menor, “orejitas”.
Ya sobre el final, se da una llegada sorpresiva de Nilda al nuevo palacio. Julius no quiere entrar a saludarla, y escucha sus historias de la cocina. Sobre esas historias hablan sobre Vilma, como se la encontró, “Muy insolente eso sí…” Ahí Julius lo entendió todo. La frase que le había dicho Bobby y repetía todas las noches, era Vilma. Ahí se nota un cambio en la actitud de Julius, con rabia para pegarle a Bobby, sin ganas de hablar con Nilda, queriendo dejar todo en el pasado. Nunca llegó a hablar con Nilda, “Vilma continuó siendo puta…” Julius sintió odio, rabia, pero se lo guardó.
Aquí vemos sobre el final de la historia: “hijo de Susan casada con Juan Lucas, hermano de Bobby, regresando de despedir a su hermano Santiago que estudia en los Estados Unidos…” Eso era Julius. No había logrado ser el niño pensativo con Cinthia, que preguntaba, siempre tímido, el niñito que amaba conversar con la servidumbre, que le tenía miedo al juego del té del salón principal. No pertenecía a ese mundo. Ya no hablaba con Cinthia, no extrañó a Nilda, Vilma era una puta Estaba mudo, sin expresiones que mostrar, sin sentimientos, guardadito en el mundo que vivía su mamá Susan linda, y sus hermanos.
Este último capítulo relaciona mucho el pasado de Julius con su presente. Por ejemplo, en la fiesta de promoción de Bobby, tanto el como Susan recuerdan a Cinthia, pues le correspondía tener su fiesta, y vieron a sus ex compañeras de colegio. Esa misma noche Julius conversa, como siempre lo hacía, con el cuadro de Cinthia, sólo que esta vez decide dejarlo en la cómoda, dándole la espalda, como tratando de olvidarse de ella. Más temprano, en el capítulo tres, hablan de la pena de Julius al acordarse de toda su infancia, de Cinthia, Bertha, etc. “…En la pena que tu nunca olvidarás Julius”
Julius durante el capítulo sigue muy observador de todo, como Santiago, al que nota una sonrisa media extraña. Además, Bobby le pide plata en un momento y dice la culminante frase: “si tú me das tu alcancía, yo te digo a quién me voy a tirar”. Julius en ese momento no sabía lo que significaba tirar, pero más adelante supo perfectamente lo que era. Con la llegada de su hermano, además, Julius empezó a crecer, más de lo que ya había crecido. Ya no era tan inocente, empezó a hablar las lisuras que Carlos le enseñaba, y a tal nivel llegó su “machito” que sobre el final Bobby le termina pidiendo perdón a su hermanito menor, “orejitas”.
Ya sobre el final, se da una llegada sorpresiva de Nilda al nuevo palacio. Julius no quiere entrar a saludarla, y escucha sus historias de la cocina. Sobre esas historias hablan sobre Vilma, como se la encontró, “Muy insolente eso sí…” Ahí Julius lo entendió todo. La frase que le había dicho Bobby y repetía todas las noches, era Vilma. Ahí se nota un cambio en la actitud de Julius, con rabia para pegarle a Bobby, sin ganas de hablar con Nilda, queriendo dejar todo en el pasado. Nunca llegó a hablar con Nilda, “Vilma continuó siendo puta…” Julius sintió odio, rabia, pero se lo guardó.
Aquí vemos sobre el final de la historia: “hijo de Susan casada con Juan Lucas, hermano de Bobby, regresando de despedir a su hermano Santiago que estudia en los Estados Unidos…” Eso era Julius. No había logrado ser el niño pensativo con Cinthia, que preguntaba, siempre tímido, el niñito que amaba conversar con la servidumbre, que le tenía miedo al juego del té del salón principal. No pertenecía a ese mundo. Ya no hablaba con Cinthia, no extrañó a Nilda, Vilma era una puta Estaba mudo, sin expresiones que mostrar, sin sentimientos, guardadito en el mundo que vivía su mamá Susan linda, y sus hermanos.
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