jueves, 15 de octubre de 2009

Susan



Susan era linda. Susan era virtualmente perfecta. Su forma de hablar, de sonreír, de vestirse, de arreglarse, de caminar, de comer, sencillamente de estar ahí, irradiaban un aura embrujante, envolvente, que cautivaban a todos quienes la rodearan. Era cariñosa y alegre, toda su vida había convivido con la alta sociedad, en Lima, las Américas y Europa, se movía entre los círculos más influyentes de la vida social limeña. No importaba que situación fuera o que terribles y adversas condiciones existieran, Susan siempre se veía linda, y siempre un mechón de su hermoso cabello castaño se las arreglaba para caer sobre su cara, haciéndola ver aún más linda.
Pero el aspecto maternal de Susan no era tan color de rosa, especialmente tras la muerte de su primer esposo. Susan prefería dejar el cuidado de los niños a los sirvientes, y realmente pasaba muy poco tiempo con sus hijos, y las noches las pasaba en alguna fiesta o reunión, volviendo muy tarde por la noche. Susan quería mucho a Julius ya que era el menor y el mas engreído, pero realmente no realizaba el esfuerzo adicional por pasar tiempo con él ni preocuparse por nada más allá de su bienestar. La aparición de Juan Lucas en la vida de la familia no mejoró para nada las cosas, sino por el contrario, a menudo eso la puso en medio de un enfrentamiento entre el niño y el nuevo esposo y siempre terminaba ganando Juan Lucas, cuyo carácter tenía la tendencia de dominar al de Susan.
Tras la muerte de su hermana, julius esta en total abandono, esto lo convierte en ser solitario, que llega incluso a transtornarse y enfermar. Julius está solo en el mundo, recibe más atención de su ama que de su madre, y aún así debe asumir las decisiones que tome por el, o incluso debe asumir las decisiones que tome Juan Lucas por Susan, sin tener en cuenta lo que siente él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario